“MEMORIAS DE LA CASA MUERTA”: NARCISISTAS EN UNA NOVELA DE DOSTOYEVSKI
He sido, casi desde la adolescencia, un afiebrado lector de Dostoyevski, el atormentado escritor
ruso del XIX me ha fascinado siempre, sobre todo la radiografía que hace de la
psiquis de sus personajes, casi siempre seres nerviosos, sensibles, intensos, y
de los recovecos de su conciencia moral.
Encontré sus obras en la biblioteca de casa: “Crimen y castigo”, “Los hermanos Karamazov”, “Noches blancas”,… libros
que, por cierto, hicieron “las américas”
junto con mi familia, de Canarias a Venezuela, y, cuarenta años más tarde, de
Venezuela a Canarias, un periplo tejido de idas y venidas, de
mudanzas, embalajes, lecturas, relecturas,…
No sé si hoy día se siguen leyendo estos novelones tan
densos y sesudos, quizás nuestra sensibilidad actual tan dada al dato efímero y
a la impresión del momento, al vértigo de la velocidad y a la cultura visual,
nos haya estragado el gusto para este tipo de narrativa.
Estos días en casa he comenzado “Memorias de la casa muerta”, un libro de Dostoyevski que me faltaba
por leer. La obra trata de la vida de Petróvich,
un hombre confinado en un presidio de Siberia. Además de contarnos sus
experiencias en el penal, nos describe la ralea de personajes que le acompañan,
sus historias y su fisonomía moral y psicológica.
El protagonista, en la medida en que va conociendo a la tropa
presidaria, observa cómo algunos no sienten ningún tipo de remordimiento por
sus fechorías, a pesar de la perversidad notoria de sus delitos. Es más, aunque
reconocen que cometieron tal o cual acción y son conscientes del sufrimiento
que han generado, no se consideran culpables por ello y ni siquiera reflexionan
sobre el asunto.
Petróvich se admira de que esto sea posible y se pregunta
cómo alguien puede no sentir pesar o malestar por el daño que causa a otros.
Llega a la conclusión de que estas personas deben sufrir cierto tipo de tara moral, algún defecto de la
naturaleza que ha corrompido su conciencia, y los ha vuelto insensibles al
sufrimiento ajeno.
Observa, así mismo, las artimañas que utilizan ciertos pobladores
del presidio, sin duda los más perversos, para controlar y dominar a otros,
expoliarlos de mil maneras, y el placer que parecen experimentar en humillarlos
y hacerles daño. Ello le genera perplejidad, ¿por qué actúan así?, se pregunta,
y tras considerarlo un tiempo, deduce que la raíz de este comportamiento es la intensa
envidia que estos personajes malignos sienten acerca del bien moral, la bondad,
que observan en otros y que ellos no poseen.
Es llamativo constatar que las preguntas que se hace Petróvich
son las mismas que sacuden a las víctimas de un narcisista o de un psicópata:
¿Cómo es posible que esta persona no sienta remordimiento ni culpa por el mal
que me ha causado? ¿Por qué alguien encuentra placer haciendo daño a gente que
no lo merece, o que, incluso, le ha dado múltiples pruebas de su aprecio?
Todas las víctimas, en algún momento, se hacen las mismas
preguntas.
Igual que al protagonista del relato, a las víctimas les
cuesta aceptar estas realidades, que chocan frontalmente con su lógica empática,
y una y otra vez intentan convencer al abusador narcisista del daño que les ha
hecho. Creen que así lograrán que se conmueva y sienta pena.
Todo es en vano, el narcisista no siente remordimientos de
ninguna especie, haga lo que haga, diga lo que diga la víctima. No lo siente.
Aceptar este hecho es capital para salir de la trampa del
manipulador. Ante su falta de empatía no hay nada que podamos hacer, y no hay
que darle más vueltas. Son así, esa es su catadura, contigo, conmigo, con todo
el mundo.
Por supuesto, el depredador no necesita que nadie le informe
de sus actos abusivos, él sabe perfectamente el infierno que ha vivido su
víctima, su sufrimiento ha sido buscado por él deliberadamente, ese es el precio
que ella ha pagado para surtirle del delicioso combustible negativo, gracias al
cual logra calmar el ácido quemante de su envidia y sostener su falso yo
grandioso.
En el fondo, el narcisista está tan patéticamente centrado
en sí mismo, en sus necesidades mezquinas, en el sostenimiento de su precario
equilibrio psicológico, que el dolor que genera sus actos abusivos le es indiferente,
es decir, no le importa en absoluto.
La novela fue escrita en 1861, el conocimiento de los trastornos
mentales apenas se había desarrollado, Dostoyevski carece del marco teórico que
disponemos hoy para identificar el trastorno
narcisista de la personalidad. Pero quien se haya topado en su vida con estos
seres oscuros, se dará cuenta enseguida que está describiendo los rasgos
propios de un narcisista patológico.
Asombra el genio del autor, sin duda estamos ante un
observador muy agudo y perspicaz de la naturaleza humana, no en balde el
escritor ruso es considerado uno de los antecesores del psicoanálisis.
Es este genio inteligente y bueno, esta mirada atenta, luminosa,
la que le permite a Petróvich comprender y aceptar la realidad de los otros, ayudándole
a sobrevivir y a soportar la dura convivencia que tiene que sostener con estos personajes
siniestros.
El camino para protegerse sigue siendo el mismo, comprender
a fondo el trastorno narcisista del abusador, para saber enfrentarlo con
acierto, y escapar de sus garras malévolas.
El conocimiento, igual que para Petróvich, es nuestra mayor
arma de defensa.
©LibresDelNarcisista
Hola Marcelo!, saludos desde Mexico...sabes que pienso yo?, pienso de acuerdo a mi experiencia que el narcisista si ama, pero ama con un amor malentendido, porque confunde el dar con el absorver, al menos mi ex asi me decia ya que el consideraba que al estarme monitoreando y controlando cada instante de mi vida era porque el era un ser que se entregaba no al 100 si no al 1000% (todo el se magnificaba) por eso pienso que mientras el sentia que se entregaba en realidad estaba siendo absorvente exigiendo mi atencion con el pretexto que el me daba su atencion...pero la verdad es que cuando realmente necesitaba de el, el ni se daba por enterado, asi creo que pudiera ser que confunde el dar con el recibir
ResponderEliminarbuenas tardes, espero que este usted muy bien, le escribo en parte para agradecerle, yo creo que ni usted mismo puede darse cuenta de cuanto ayuda a personas como nosotros que hemos caído en manos de manipuladores,psicópatas, narcisistas, yo soy de esa clase de mujer que atrae a este tipo de personas, ya llevo dos parejas narcisistas , el primero el padre de mis hijos, con quien aguante 7 años, en los cuales viví violencia psicológica , física, económica, emocional, todas las clases de violencia y abuso que existen , incluso sexual, debido a esto tuve 3 hijos con el , la gente ignorante del tema, siempre me critican que si era tan malo como tuve tantos hijos con el; pero jamas van a entender que paso realmente.
ResponderEliminarahora estoy tratando de salir de mi segunda relación amorosa con otro narcisista, y esta vez quiero volverme fuerte para que no haya una tercera vez, ya que estas personas te dejan tan mal , que cuestan años recuperar lo que uno es, de hecho ya llevo 3 años con tratamiento psiquiátrico por depresión. Estas personas son terriblemente absorbentes emocionalmente , succionan todo lo que pueden, yo no se como en la sociedad caminan entre nosotros como si fueran personas comunes, cuando destruyen vidas, literalmente. se agradece dar información al respecto, solo esto nos da poder para enfrentar a estos chupa vida.
muchas gracias
Buena recomendacion para leer un buen libro interesante analogía . Cuidate mucho Marcelo ! Saludos desde Mexico gracias
ResponderEliminarHola amigo de verdad no se porque en mi vida e atraido a personas narcisistas y psicópatas asi sean parejas y compañeros de trabajo...yo me considero con empatía ..mi hija una vez me dijo ....no te as preguntado Mama porque atraes a ese tipo de personas ?.....y yo le conteste no tengo idea...y ella me dijo...porque tu tienes algo de ellos algo similar por eso los atraes.....me quede sorprendida ...sera sierto que tenemos una parte obsura una sombra ...es la dualidad?....gracias saludos dese México beso😘
ResponderEliminarMe la apunto para leer algun dia, muchas gracias
ResponderEliminarmuchas gracias Marcelo
ResponderEliminarhola soy nueva por aqui y me encontré con tu blog, y me ha volado la cabeza, salí con un narcisista que me rompió en pedacitos y el tipo todavía me busca, leerte me ayuda a liberarme de el y de todo mi dolor...gracias!! y por supuesto que me voy a leer este libro
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