LOS NARCISISTAS Y EL RIDÍCULO

Sólo la posibilidad de quedar en ridículo paraliza a los narcisistas. El ridículo es un atentado a su falso yo grandioso, a la idea inflada que tienen de ellos mismos, a su concepto superlativo acerca del respeto que creen merecer de los otros. Particularmente los narcisistas encubiertos, de cara a la galería, jamás se exponen, no asumen riesgos, y siempre se protegen. 

El temor al ridículo incluye su no tolerancia a ningún tipo de chiste que tenga que ver con su persona, lo consideran una injuria, y reaccionan con ira. 

Los narcisistas carecen de un genuino sentido del humor, su seriedad resulta, con frecuencia, patética. En contraposición a esto, son expertos en burlarse de los otros, en hacer chistes de las debilidades ajenas, disfrazando su comportamiento abusivo alegando que se trata de una "broma". Ofenden e hieren a la víctima y luego le dicen que es demasiado sensible, atacando además su autoestima. 

No toleremos ningún chiste de estos perversos que nos resulte ofensivo, sepamos cortarlos de inmediato y demarquemos un cortafuego frente a sus intentos de burlarse de nosotros. Lo que mejor funciona, en estos casos, es cortar de ipso-facto la interacción, siempre que se pueda, y dejarlos con la palabra en la boca. 

Ni reclamos, ni reacciones emocionales, ningún tipo de drama, simplemente nos vamos de allí, cortamos la conversación, y listo. 

Ignorarlos por completo, esa es la mejor estrategia.

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