EL NIÑO DORADO: El espejo del narcisista
La dinámica familiar
del padre, o la madre, narcisista
responde al guión o narrativa que
sostiene su falso yo grandioso, la
imagen inflada que tiene de sí mismo y que proyecta en sus relaciones con los
demás, incluyendo sus hijos, invariablemente a través del ciclo idealización/devaluación de sus fuentes
de combustible.
En ese guión, el narcisista
triangulará con sus propios hijos, asignándoles
distintos roles, en función de sus
necesidades de combustible.
Normalmente, elegirá a uno como su niño
dorado, otro se convertirá en su chivo
expiatorio y al resto, si hay más
hermanos, intentará reclutarlos como sus monos
voladores.
Esta división de los hijos crea en la familia narcisista un ambiente patológico y asfixiante, los hermanos estarán la mayor parte del tiempo enfrentados entre sí, luchando cada uno
por sobrevivir, habrá aliados y oponentes, juicios sumarios y decretos de
exclusión. En el centro, como un pequeño tirano medieval, estará el padre o la
madre narcisista, manipulando a unos
y a otros, sometiendo a los duros trabajos de la devaluación al chivo expiatorio,
idealizando al niño dorado, explotando al resto de la manada en
función de los objetivos de su agenda.
En esta familia se vampiriza
a los hijos, se les convierte en fuentes o dispensadores de combustible para satisfacer las
necesidades del depredador.
De todos los personajes que intervienen en esta trama, nos centraremos hoy en el niño dorado.
El niño dorado es el espejo en el cual el narcisista contemplará el reflejo de su yo grandioso, el destello de todas las perfecciones que lo convierten en un ser único y superior, casi en un
dios.
El niño dorado es
colocado en un pedestal, ensalzado e
idolatrado como si no tuviera defecto alguno, gozará de un trato privilegiado en relación al resto de sus hermanos, se le hará
creer que así lo merece, que es su derecho, por eso se le defenderá y se estará de su parte delante de todos, con un claro, e
injusto, favoritismo.
¿Por qué razón ha elegido a éste en particular como niño dorado? Las razones son diversas y todas hay que buscarlas en la imagen idealizada que el narcisista ha construido de sí mismo en
su mente. Quizás se destaque en los
estudios o en el deporte, o lo considere físicamente más atractivo o más parecido
a él, incluso puede suceder que se trate de un hijo varón, y el resto sean
hermanas, etc.
Sea lo que sea, el niño
dorado no es amado nunca por sí mismo, por lo que él es en sí, sino por lo que
el narcisista cree ver reflejado de sí mismo en él. Gracias a
este hijo se siente validado, superior a los demás, con poder y en control,
especial, convirtiendo al niño en una deliciosa fuente de combustible positivo.
Estos niños crecen convencidos de que son mejores que los demás y que merecen un trato diferenciado. Se les ha enseñado
desde pequeños a no respetar los límites,
a mentir, a creer que todo se les debe, a no sentirse responsables por el daño que pueden causar a otros. No es
de extrañar que de toda la constelación familiar del narcisista, son ellos los que tienen más probabilidades de desarrollar el trastorno narcisista de la personalidad.
El niño dorado es
comparado continuamente con sus
hermanos, y, especialmente, con el chivo
expiatorio, que se convierte en el depositario de todos los defectos y taras de la familia. En realidad, se necesitan mutuamente, para que
exista un niño dorado tiene que
haber alguien que sirva de contraste,
que cargue con todo lo negativo,
frente al cual este niño consentido y
perfecto puede brillar y destacarse.
Ensalzar a un niño de esta manera es una forma de abuso infantil. Él vivirá siempre con
la presión de que tiene que ser perfecto, especial, único, para ser amado
por su padre o madre narcisista y no
perder sus privilegios. Gozar del
favoritismo de mamá o de papá tiene un precio: dejar de ser él mismo, suprimir su yo real a fin de cumplir la
imagen idealizada, el ego grandioso,
que su progenitor le impone.
A este niño se le enseña a negar sus vulnerabilidades,
a esconderlas y a sentir vergüenza.
Crece así de espaldas a sí mismo, con
un autoconcepto distorsionado y una autoestima precaria y fluctuante,
completamente dependiente de la aprobación externa, especialmente de su
padre o madre narcisista.
Por cierto, nada más narcisista
que creerse superior a los demás por
considerar que se carece de vulnerabilidades.
Esta es la idea que se le inculca al niño, el germen del yo inflado y falso que construye en el ambiente abusivo y tóxico de su entorno familiar.
El niño dorado,
en síntesis, es víctima del abuso y la
manipulación de su padre o madre narcisista,
que ha proyectado en él su falso yo
grandioso, que no le ha enseñado a respetar
los límites, a ser responsable de
sus acciones, a tener empatía, que le
ha hecho creer erróneamente que sus vulnerabilidades
le hacen inferior e inadecuado.
Pero quizás la secuela
más grave del abuso sea que estos niños dorados se muestran incapaces de validarse a sí mismos, toda su autoestima dependerá siempre del
exterior, de las reacciones emocionales
de los demás.
El niño dorado
termina absorbido por completo por el
narcisismo devorador de su
progenitor, sin identidad propia, adicto al combustible, a controlar y dominar
a otros, incapaz de amar, anclado en la trampa de su falso yo grandioso, que le permitió sobrevivir en su familia disfuncional y abusiva.
Los niños dorados,
al llegar a la edad adulta, reproducen el guión del narcisista y siguen las
pautas que han aprendido de él para mantener el control y dominar a otros, triste destino del hijo mimado del depredador emocional.
©
LibresDelNarcisista
Buenos días Libres, la persona que conocí fue tratado en su infancia como bien dices en el post. Es el menor de muchos hermanos y fue considerado por todos el juguete de la familia. La verdad que hicieron de él un ser lleno de maldad. Un abrazo Libres y muchas gracias por estar ahí.
ResponderEliminarElena
Puede ser así como dices pero también se puede dar la situación inversa
ResponderEliminarSi se trata de un niño dorado altamente sensible, que empatiza y quiere gustar, sentirá siempre una gran culpabilidad durante toda la vida por ese trato , y no se sentirá meritorio ni lo deseará
A la vez que intentará ser bueno y responsable en detrimento de si mismo y olvidara sus propios deseos
Aunque al tener una forma profunda de pensamiento es posible que al final entienda todo este puzzle y se decida por decir basta , no sin mucho sufrimiento antes
Al ver el trato que recibe el chivo expiatorio, su hermano , sentirá siempre una sensación profunda de malestar
de no merecer, ni querer ese trato favorito
Os aseguro que es así
Esta persona que también fue niña dorada habla del sufrimiento de serlo, son dos tipos de sufrimiento, los del chivo expiatorio y los niño dorado
ResponderEliminarLo que queda en el camino cuando eres niño dorado es tu autoestima y tu asertividad
https://m.youtube.com/watch?v=UrsZ3rKJWI8
Muchisimas gracias Libres, así es como fue educado mi ex, exactamente como tu lo defines, niño dorado, de una madre narcisista,ahora me ha quedado clarísimo
ResponderEliminarBuenas tardes.Algo que siempre me resultò doloroso en la relaciòn con esta persona fuè precisamente el rechazo que su madre mostro siempre por mi y mi familia sin ni siquiera haberse molestado en conocerme.El me dijo una vez que a su madre no le gustaba mi forma de caminar por la calle.Otra vez me dijo que su familia era lo màs importante.Otra que mi familia no estaba a la altura de la suya.Todo esto me producia un dolor màximo pero yo no entendia nada màs que agachar la cabeza pensando que mi familia era màs humilde que la suya.Muchas otras veces me hacia comentarios sobre lo mucho que poseia su familia.No tengo certeza de nada.Sòlo la intuiciòn de mi corazòn.El mismo que me hace pensar ahora, que la relaciòn de este chico y su madre, a pesar de que para èl era idilica, yo la vea rara por lo menos.Creo que ella no le ha dejado nunca ser èl de verdad.Creo que siempre està en medio de sus decisiones y creo que es una mujer tòxica.Yo siento muchisimo odio hacia ella hoy.Y me gustaria, sin sentirme por ello mala persona, que pagara el mal que me ha hecho indirectamente.Que ha sido muchisimo.Aùn es el dia en el que se permite el lujo de mirarme, de arriba a abajo con esa cara de superioridad y desprecio.Jamàs se ha dignado a saludarme sabiendo quien soy.Pero era capaz de irle con el cuento a su nene de si me habia visto aqui o allà, de si entraba a comprar en una tienda cara o si me habian visto con una mochila como si me fuera de excursiòn...me parece contàndolo escalofriante.He llegado a quedar con èl y encontràrmelo antes caminando por la calle con su madre y no pararse ni dos minutos conmigo.Es decir dicièndome hasta luego, como si fuera una vecina.Luego quedaba conmigo como siempre.Otras veces si podia evitarlo ni siquiera eso, es decir miraba para otro lado.Solo pido no haber sido yo sòlamente el conejillo de indias con el que ha limpiado su comportamiento hasta que se ha enamorado de la persona justa para èl.Lo siento por ella, pero me gustaria poder confirmar que el problema no estaba en mi! Y constatar que se repite y que es èl el ùnico lleno de problemas internos.Solo asi descansarè y podrè continuar con mi vida.Pero resulta que la chica de ahora ha pasado el filtro de mamà.Tiene una profesiòn de prestigio y ha entrado en su casa por primera vez.Por eso creo que es la definitiva para èl.Es bastante llamativo que tanto èl como su hermana hayan estado solteros tanto tiempo siempre.Algùn amigo suyo me ha comentado alguna vez que si si, lo ha intentado con varias chicas (tonta de mi,pensando que nuestro amor era ùnico y verdadero) pero que al final por asuntos familiares no habia ido bien la cosa...Nunca sabrè la verdad.Gracias libres, he leido ùltimamente màs en profundidad muchos de tus articulos y en todo este mar de tristeza, siento el consuelo al menos, de sentirme comprendida, de poner nombre a las cosas, de encontrar algo que se pueda parecer a la verdad de este infierno.
ResponderEliminarEl mio fue el niño mimado y consentido por su madre... Ahora cuadra todo. Era el más culto, inteligente y especial entre sus hermanos.asi se lo hicieron creer. Tras morir su madre, se vio desvalido, abandonado y con el trastorno narcisista ya de adulto...se convirtió en merecedor de todo y responsable de nada. Un niño roto en un cuerpo de 47 años. Qué triste destino
ResponderEliminarTengo un padre narcisista y una hermana narcisista
ResponderEliminarAmbos se odian y no se hablan desde hace 30 años
Somos tres hermanos , soy la mediana
Mi hermana mayor es narcisista, nunca fue especialmente mimada. Al contrario, mi padre no toleraba “ su soberbia” , y chocaban y no se toleraban mutuamente. Mi hermano el menor considerado como niño “tonto “ , fue el auténtico chivo expiatorio de la casa, menos fuerte para defenderse. Con él , mi padre se cebaba más porque era más débil
Yo soy la mediana. Me considero una persona con rasgos de PAS ( alta sensibilidad) , no me gustan los conflictos y empatizo fácilmente. Fui menos maltratada que los otros y me adjudicaron el papel de mediadora en la dinámica familiar. Podría ser lo más parecido a una “niña dorada”
No tengo ningún rasgo narcisista
Yo rompí con mi padre durante más de 10 años por no soportar su maltrato y actualmente es mayor y se renovó pero ahora yo marco y no permito ninguna falta de respeto ni para mí ni para nadie
Mi hermana ha reproducido y aún empeorado el comportamiento de mi padre
No dudo que la mayoría de los narcisistas serán como refiere el artículo pero hay casos que no son así
Y yo doy fe de ello
Gracias Libres por todo
Ayudas muchísimo !
Un abrazo
Puede ser que el niño dorado sea solo el más manipulable de los hijos y el chivo expiatorio sea la cura y oveja negra del clan para sanarlo, por consiguiente es atacado por el abusador.
ResponderEliminarImpresionante el articulo, muchas gracias.
ResponderEliminarSoy hija de narcisista. Siempre estuvo muy ocupado en sí mismo, solo nos queria para que le aportaramos, dinero, chulearse de hijas, pero no por nosotras sino porque eramos guapas gracias a él, todo era por él y para él. El también era hijo de madre narcisista, fue el chivo expiatorio y nunca supo romper con ella.
Nuestra casa fue un infierno durante 30 años hasta que por fin rompimos, mi madre nunca se atrevía a romper. Fue gracias a que nosotras nos hicimos mayores y dimos el paso. El habia llegado a unos limites terribles, habia intentado empujar a mi madre por las escaleras, habia puesto un cuchillo en cuello a mi hermana, y otras cosas, yo creo que ya al ver que nos rebelabamos, cuando ya veia que peligraba su "poder del miedo". En casa fue un infierno desde siempre, no recuerdo mi un fia bueno, ni siquiera normal, ningún dia desde mi mas tierna infnacia hasta los 24 años, no recuerdo un solo dia normal. Eso sí, nadie, nadie sospechaba lo que pasábamos. Todos los conocidos creían que eramos una famimia normal. Increible...