EL DIABLO VISTE DE PRADA: los jefes narcisistas
¿Cómo son los jefes narcisistas? ¿Has visto de cerca este
espécimen de depredador liderando la manada empresarial? Muchas organizaciones están
infectadas de narcisismo patológico, especialmente en los cuadros medios y de
dirección. Los narcisistas, ya se sabe, buscan por encima de todo las
posiciones de poder, desde esa atalaya ejercen su dominio despótico, controlan
al personal y se surten abiertamente de suplemento o combustible.
Nada importa si por el camino arrasan, psicológica y
emocionalmente, a las personas que están bajo su esfera de influencia y, de
paso, tiranizan a las organizaciones que terminan sometidas a los
requerimientos de su agenda perversa.
Detrás de muchos casos de mobbing o acoso laboral, hay un
narcisista maligno haciendo de las suyas, abusando y devastando las vidas de
las personas que caen bajo sus garras.
EL DIABLO VISTE DE
PRADA
Un ejemplo de todo esto, lo encontramos en la película “El diablo viste de Prada” (2006). El guión, basado en
una novela que remite a una experiencia de la vida real, se centra en las
relaciones laborales de Miranda Priestly, directora de una influyente revista de
moda e interpretado por la incomparable Meryl Streep, con Andy Sachs, joven
aspirante a escritora, que se convierte en su asistente número 2, la segunda,
un trabajo por el cual “un millón de
chicas matarían”.
En la medida en que avanza la historia, vamos conociendo a la
inaccesible Miranda, parece una figura de ficción, casi de comedia, pero todas
las características de su personalidad, su conducta, su actitud, develan que
estamos ante un personaje peculiar, un personaje que, lamentablemente, es
posible encontrar en muchas empresas: una jefa narcisista, haciendo lo que más
les gusta a los narcisistas: mandar y someter a otros.
Para quién desconozca el trastorno narcisista de la personalidad
todo esto pasará desapercibido, pero los que conocen de cerca el narcisismo
patológico, y el abuso narcisista, reconocerán enseguida que estamos ante un espécimen
representativo de esta ralea perversa.
Andy, por su parte, es la típica persona susceptible de caer
bajo las garras de estos depredadores. Empática, leal, honesta, trabajadora,
inteligente, generosa, poco a poco se va viendo envuelta en el ambiente tóxico
y abusivo que prevalece en su oficina.
En la vida real, estas víctimas terminan emocional y psicológicamente
devastadas, ante el régimen despótico que tienen que soportar jornada tras jornada;
sin embargo, en la película, ella logra escapar inmune de las zarpas de su
depredadora, gracias, sobre todo, a sus valores éticos, el último escudo de
defensa que suelen tener las personas ante las arremetidas de estos personajes
malignos.
CARACTERÍSTICAS DE
LOS JEFES NARCISISTAS
A través de esta película, y de su personaje central, Miranda,
descubrimos cómo se comportan los narcisistas malignos cuando se convierten en
jefes. Atención a las siguientes características:
1. Creen que son únicos, especiales, y, en consecuencia, reclaman
un trato especial.
2. Promueven el culto a la imagen y a su persona. Con frecuencia,
se muestran inaccesibles, y tratan siempre a los otros como inferiores.
3. Se rodean de una corte de aduladores y monos voladores. Idealizan
y luego devalúan a las personas que trabajan con ellos.
4. Egocéntricos y auto-absorbidos en sí mismos.
5. Explotan a las personas que están a su alrededor,
conforme a su agenda. Los despersonalizan, los tratan como cosas, como
extensiones de sí mismos, sin empatía.
6. Tienen exigencias claramente irracionales y casi
imposibles de satisfacer. Nada es suficiente. Rara vez hacen algún
reconocimiento positivo.
7. Irrespetan los límites entre la vida personal y laboral.
Se saltan los horarios de los otros, sus agendas, se apropian de sus ideas y de
sus recursos, se creen con derecho a ello.
8. Son calculadores, fríos, tramposos y manipuladores.
Conocen y utilizan todo el arsenal mortífero de los narcisistas: se victimizan,
aplican el tratamiento silencioso, descalifican, hacen sin pudor campañas de
difamación, utilizan el gaslighting, la ira patológica, la transferencia de
culpa, la triangulación, etc.
9. No conectan emocionalmente con su personal. Generan a su
alrededor una nube tóxica que contamina todo el clima laboral, a su lado hay
favoritos y chivos expiatorios. En torno a un jefe narcisista, el clima predominante
es de tensión, sospecha y hostilidad.
10. No toleran la crítica y son extremadamente sensibles a
cualquier gesto o palabra, que atente contra su ego inflado. Se muestran
suspicaces y desconfiados.
11. Los mejores, los más aptos, los más empáticos y
competentes, son, con frecuencia, percibidos como amenazantes, y se convierten
en objeto de su envidia patológica. Estas personas corren el riesgo de sufrir
mobbing o acoso laboral.
12. Son adictos al poder y al control, y carecen de
conciencia moral. Detrás de bambalinas son deshonestos y mentirosos, aunque
mantengan, delante de todos, una fachada de moralidad completamente falsa.
VÍCTIMAS NECESITADAS
DE UN APOYO ESPECIAL
Por supuesto, no todos los jefes o jefas narcisistas tienen todos
estos rasgos de personalidad, o en el mismo grado. Algunos son más tóxicos y
malignos que otros, pero todos, en general, son extremadamente abusivos, y utilizan
su puesto de mando para resolver sus necesidades de combustible, y saciar su
adicción de poder y de control.
Porque no hay que olvidar, detrás de estos personajes, de su
aparente carácter duro y despótico, se esconde un ser roto y vacío que arrastra
un grave problema de auto-regulación de la autoestima, y que se ha inventado un
falso yo grandioso, con el objeto de obtener combustible y sobrevivir
psicológicamente.
Lamentablemente, muchas personas en este planeta, tienen que
enfrentarse cada mañana a jefes abusadores y narcisistas, verdaderos
depredadores enmascarados que se aprovechan de su necesidad de mantener un
empleo, para maltratarlos emocional y
psicológicamente, y utilizarlos como fuentes de combustible.
En muchos casos, la medida de Contacto 0 no es posible, estas víctimas necesitan por ello un apoyo especial, y definir una
estrategia clara de defensa y hasta de supervivencia psicológica. La clave está
siempre en la desconexión emocional,
y en la ventaja que da la comprensión y el conocimiento sobre el abuso
que sufren, para saber enfrentarlo con acierto.
Les invito a ver “El
diablo se viste de Prada”. Un film interesante para quienes conocen de
cerca el trastorno narcisista de la personalidad, y la realidad del abuso, en
este caso en el ámbito laboral.
©
LibresDelNarcisista
Gracias por este post, Libres del narcisista. Tuve una jefa que responde a estas características. El mal ambiente que generaba y el trato que recibía de ella hicieron que cada día me sintiera más triste y decaída, más insegura en mi trabajo e incapaz de concentrarme en la tarea. Acabé en tratamiento por depresión y lo que me salvó fue que pedí una excedencia para dar un giro a mi vida profesional. Mis compañeros la denunciaron por acoso laboral y acabaron despidiéndola, pero nadie en la empresa nos explicó el problema subyacente y a día de hoy, cuando ya han pasado más de 5 años, todavía hay personas que creen que el despido no fue justificado, a pesar de que era bien conocido su "carácter difícil". Lo irónico es que la empresa se dedica a la atención psicológica y social de personas en riesgo de exclusión.
ResponderEliminarUnos meses después de dejar la empresa conocí al narcisista que me engatusó y lo sorprendente es que no llegué a relacionar su comportamiento con el de mi ex jefa, supongo que por desconocimiento de este trastorno. Nunca me ha convencido eso de que la información es poder, pero en nuestro caso creo que estar bien informados es lo que de verdad nos empodera. Y por eso te estaré eternamente agradecida, porque no sabes el bien que haces con este blog.
Feliz Semana Santa a todos ;-)