¿CUÁL ES EL MAYOR DAÑO QUE CAUSA EL NARCISISTA?: La grandiosidad tóxica

A veces sucede que algunas víctimas del narcisista piensen, ingenuamente, que si conocen bien el trastorno de su agresor y su patrón de comportamiento manipulador, pueden evitar o minimizar los efectos colaterales de su perfil abusivo y depredador. La experiencia les enseña que no, no es posible escapar de la naturaleza altamente tóxica de los narcisistas.

El problema no está en que te sometan en un momento dado al tratamiento silencioso, o que triangulen, o que intenten alterar tu percepción a través del gaslighting. Con el tiempo, se aprende a reconocer y enfrentar estos juegos malignos del narcisista.

El problema es lo que está detrás de este comportamiento manipulador del agresor perverso. 

La relación con el narcisista siempre es dañina, incluso aunque, cosa realmente imposible, no se comporte contigo de una manera francamente abusiva.

Se trata de la idea-base de su narcisismo patológico: el concepto de grandiosidad que tiene de sí mismo, su auto-percepción inflada de superioridad que jamás de los jamases abandona y que proyecta en sus relaciones con los otros, y, particularmente, contigo, la víctima, que siempre es tratada y considerada como un ser inferior a él.

En todo momento, haga frío o haga calor, el narcisista intentará, por diversos medios, directos o indirectos, de colocarse por encima de ti, de ser más que tú, de estar en control y de someterte.

Esa es su naturaleza. 

Al principio el daño apenas se nota, pero si comienzas a relacionarte con alguien que permanentemente te trata como si fueras inferior a él, la imagen que tienes de ti se lesiona, tu auto-concepto, tu autoestima, se resquebraja. Es como si estuvieras todo el día mirando el sol de frente, un verdadero purgatorio emocional.

Estar en presencia de alguien que permanentemente necesita ponerte abajo, bien abajo, para sentirse arriba, bien arriba, es un atentado contra tu dignidad y tu propia identidad.

El narcisista siempre se planta frente a ti, incluso las pocas veces en que es amable, desde esa visión inflada de su falso yo grandioso, que implica automáticamente tu inferioridad.

GRANDEZA VS. GRANDIOSIDAD TÓXICA

La grandeza es inherente a todos los seres humanos, ella se relaciona con el sentido de la propia dignidad, con el valor singular de cada persona, con su auto-conciencia y su libertad.

Esta grandeza no se apoya en la inferioridad de los otros, no requiere que los otros sean menos para justificarse a sí misma. Al contrario, personas sanas emocionalmente, conscientes de su propia grandeza, son capaces de aceptar y valorar la grandeza de los demás, sin menoscabo alguno de la suya propia.

La verdadera grandeza implica reciprocidad, empatía, solidaridad, calor humano.

Así mismo, la experiencia de mi grandeza personal se equilibra con la conciencia que tengo de mis propias debilidades, vulnerabilidades y limitaciones, que forman parte de mi mismo, de mi yo más íntimo y real.

La idea de grandeza que tiene el narcisista, en cambio, está completamente distorsionada por su trastorno. En él se ha convertido en grandiosidad tóxica, la cual se fundamenta en la inferioridad que presupone en los demás. Como carece de un yo real, como se siente vacío y roto, necesita, perversamente, rebajar continuamente al otro, para mantener a flote su falso yo grandioso. “Si los demás son inferiores, entonces yo soy superior”, piensa el narcisista.

Como se cree un dios ni siquiera reconoce sus propias vulnerabilidades y miserias humanas. Las proyecta continuamente en los seres inferiores que le rodean; en ti, su víctima, que es tratada como si fuera culpable o responsable de cuánto acontece y a él le afecta.

Esta idea de grandiosidad no abandona nunca al narcisista. Nunca. Todo lo que hace, de la mañana a la noche, tiene como fin confirmarse una y otra vez que la ilusión que está en su mente coincide con la realidad: El es superior, más inteligente, más guapo, más popular, más competente, más creativo, más hábil, más…, más…, más,…

La manipulación y el abuso logran su objetivo perverso cuando la víctima cree, actúa y se conduce como si fuera realmente un ser inferior. El agresor la condiciona para que se comporte de una manera sumisa, cooperativa y apaciguadora, para que no se afirme, para que dude de sí misma y se anule por completo.

Así vive el narcisista su grandiosidad tóxica: subyugándote, devaluándote y considerándote un ser inferior.  Eso le hace sentir inflado y satisfecho, lleno de poder y superior, para esto es precisamente el combustible.

FORMAS EN QUE EL NARCISISTA TE HACE SENTIR INFERIOR:

El narcisista te hará sentir inferior a él de múltiples maneras:

1. No cediéndote nunca el control de las situaciones. Él siempre está al mando, monopolizando la toma de decisiones.

2. Controlándote con la mirada, ya sea condescendiente, de aprobación o sancionatoria.

3. Haciendo mención de tus vulnerabilidades, ya sea en comentarios aparentemente casuales o en forma directa. Incluso, en ocasiones, a través de burlas supuestamente inocentes. Proyectando en ti sus propias vulnerabilidades.

4. Inflándose a través de historias que evidencien su superioridad sobre ti. Interrumpiéndote y adueñándose de cualquier conversación. Desvalorando tus opiniones y creencias.

5. Invalidando o ignorando tus sentimientos, deseos, necesidades como si no fueran importantes o relevantes. No dándote soporte emocional.

6.  Desestimando tus aportes sobre cualquier asunto. No permitiendo que tú le influyas. Devaluando tus méritos de cualquier tipo.

7. Haciendo afirmaciones rotundas y sin matices, del tipo: “Yo nunca,…”, “Tú siempre,…”

8. Actuando con un paternalismo exagerado, como si tú fueras incapaz de tomar tus propias decisiones o de protegerte.

9. Comparándote negativamente con otras personas: su ex, otros amigos, un compañero de trabajo, etc.

10. Haciendo desagradables y supuestamente neutrales observaciones sobre ti, tu modo de ser, tu carácter, tus cosas. Una y otra vez.  

11. Retirándote intermitentemente el afecto y la atención, y acusándote luego de ser dependiente o hipersensible.

12. Silenciando tus talentos y capacidades. Tratándote por debajo de tu preparación y cualificación profesional.

13. Poniendo en duda, cuestionando, tu percepción de los hechos y tus sentimientos

14. Culpándote y haciéndote responsable de los problemas que surjan.

15. No respetando tus límites personales. Monopolizando tu tiempo y tus recursos.

Y muchas otras más.

Estas estrategias de control son abusivas y forman el día a día con un narcisista, ellas van dirigidas a crear la ilusión de que tú eres de un estatus inferior y que él ocupa el estrato superior.

A mi modo de ver, tratar a las personas como seres inferiores es, a la larga, el mayor daño que hacen los narcisistas a sus víctimas.

LA RECUPERACIÓN: ¡RE-DESCUBRE TU GRANDEZA, AMIGO! 

Querido amigo, querida amiga, que has soportado este régimen bajo las garras de una persona que, en su trastorno, ha creído ser dios mismo, sin vulnerabilidades, superior a todos,… especialmente superior a ti que has sido su víctima.

Es hora de despertar.

Ni tú ni yo valemos menos que cualquier otro ser humano, incluyendo al abusador narcisista. Él te trató como si nos fueras capaz, como si no fueras especial, como si tu misión en esta vida fuera complacerlo y ponerte por debajo.

Has pagado un alto precio compartiendo tu vida con esta persona que, para mantener su grandiosidad tóxica, te consideró, te hizo sentir, inferior a él.

Eso no es verdad. Ese no eres tú.

Te invito a que re-descubras tu grandeza.  

Sí, ¡tú eres grande!, esta condición es inherente a ti, a tu naturaleza como persona. En ella se incluye tu ser original y único, tu dignidad, la auto-conciencia que tengas de ti, tu libertad, tus valores, tus talentos, incluso tus vulnerabilidades y defectos.

Sí, ¡tú eres grande!, y es saludable que te sientas así.

La verdadera grandeza nos acerca mutuamente, nos enseña a reconocer y valorar la grandeza de los demás.

La verdadera grandeza camina siempre de la mano con la humildad, por eso nos reconocemos vulnerables y necesitados.

Siempre habrá alguien que te supere en esto o en aquello. Es una gran alegría que sea así. Esa es la gran riqueza de la experiencia humana cuando se convierte en reciprocidad y en amor mutuo.

El narcisista es incapaz de todo esto, porque es incapaz de amar y porque ha distorsionado el concepto de grandeza y lo ha convertido en grandiosidad tóxica, un rasgo central de su trastorno que lo deshumaniza y condiciona la percepción que tiene de los demás.

No existen soluciones intermedias con el narcisista. Ellos nunca se relacionan con nadie en un plano de igualdad, sino desde su grandiosidad tóxica, con todas las consecuencias que hemos visto. Hacerlo sería para ellos, literalmente, la muerte.

Olvida ya lo que has dejado atrás,.. Mantente firme en tu decisión de Contacto 0 y re-descubre lo bueno, lo hermoso y lo verdadero que hay en ti,…. ¡Re-descubre tu grandeza!

Un abrazo, y adelante siempre 

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